JUAN E. O’LEARY. Un comisario fue a parar en el hospital con heridas cortantes luego de ser atacado durante un procedimiento. El jefe policial forcejeó con un hombre que primero intentó balear a su vecino y que posteriormente los recibió a tiros cuando llegaron al lugar para intervenir. Los subalternos tuvieron que inmovilizar a la fuerza al agresor para poder desarmarlo y aprehenderlo. El violento episodio se registró el jueves a las 9:00 horas en el centro de la ciudad, sobre la avenida Cacique Che Iro, a 300 metros de la ruta PY 02.
El que fue a parar en un hospital luego de ser herido en servicio es el comisario Juan Duarte Ferreira (43), jefe de la Comisaría 11, quien sufrió un corte profundo en el muslo izquierdo y otro corte en la mano derecha. El jefe policial recibió los primeros auxilios en el centro de salud local y posteriormente fue trasladado al hospital de la Fundación Tesai, en Ciudad del Este. El uniformado fue atacado por Roberto Brítez Ledesma (30), que utilizó un cuchillo de 15cm para tal efecto. Además se requisó de su poder un rifle calibre 22mm, con una vainilla servida y cuatro intactas.
Acorde a los datos, Brítez Ledesma tuvo un desentendimiento con su vecino Ricci Antonio Ortigoza por motivos desconocidos. En medio del incidente utilizó su rifle para disparar una vez en dirección a su adversario, que por fortuna no fue alcanzado por el proyectil. Ortigoza entonces llamó a la comisaría local para pedir ayuda. El comisario Duarte y algunos subalternos fueron enseguida hasta el lugar y al llegar fueron recibidos a tiros por Brítez Ledesma, que corrió para esconderse dentro de su vivienda.
Los policías ingresaron detrás de Brítez y el comisario Duarte se abalanzó sobre el mismo para intentar desarmarlo. En medio del forcejeo el iracundo hombre extrajo un cuchillo de su cintura e hirió al jefe policial. Los demás policías tuvieron que utilizar la fuerza para poder contener al agresor.
“HÉROE”
El comisario Duarte se hizo famoso y ganó el mote de héroe en el 2.004, durante el incendio del supermercado Ykua Bolaños, en Asunción. En la época, cuando todavía era oficial, el uniformado practicó respiración boca a boca a un bebé que fue rescatado del interior del supermercado y logró salvarlo. Su fotografía realizando la maniobra de reanimación recorrió el mundo y se convirtió en un símbolo de la tragedia.
