Desconocidos ingresaron al estacionamiento del estadio Antonio Aranda (3 de Febrero) e intentaron hurtar un automóvil utilizando una cuerda para estirarlo. Los ladrones, algo torpes o poco experientes aparentemente, no lograron su objetivo y huyeron sin llevar nada. La dueña del rodado estaba trabajando mientras todo ocurría y solo se percató horas después. El curioso caso se produjo el miércoles entre las 6:30 y las 17 horas sobre la avenida Bernardino Caballero, frente a la Fundación Tesai.
La denuncia fue radicada en la Comisaría 3ra por Rosa Blanca Molinas de Portillo (47), empleada de la citada fundación, quien dijo a los policías que desconocidos intentaron hurtar su automóvil Toyota Allion blanco. La mujer explicó que dejó su rodado estacionado a las 6:30 horas para ingresar a trabajar en el hospital. A las 17 horas regresó al lugar para dirigirse a su casa y no encontró más su automóvil. Posteriormente halló su rodado detrás de la gradería sur del estadio, a unos 15 metros de distancia de donde lo dejó aparcado.
La mujer dijo a los policías que su automóvil fue arrastrado y que en la parte trasera encontró atado una cuerda, un pedazo de soga que se soltó mientras lo estiraban.