NARANJAL. La Fundación Francis Perier continúa cumpliendo su importante labor social en su área de influencia, desplegando acciones de ayuda a las comunidades afectadas y designadas por su fundador, Don Francis Perier (+). Tal es el caso de la comunidad indígena Aché de Puerto Barra de este distrito, en donde la fundación entregó en donación 11 animales vacunos, diez vacas lecheras y un toro, con lo cual los nativos ahora cuentan con leche fresca, además de elaborar productos lácteos para toda la comunidad, que está compuesta por más de 80 familias, casi 400 personas, explica el misionero Bjarne Fostervold, Vicepresidente Primero de la Fundación Perier.
José Anegui, portavoz de la comunidad Aché de Puerto Barra, comentó que “realmente para nosotros fue un día histórico, una alegría inmensa, cuando llegaron estos animales. Diez vacas lecheras y un toro. De ese lote, 6 vacas ya nos están dando leche, unos sesenta litros al día, con lo cual logramos abastecer de leche a nuestra gran comunidad, además de la elaboración de productos lácteos como queso y yogurt”, señaló Anegui.
El mismo expresó su agradecimiento a la Fundación Perier, en la persona de Don Eduardo Bertinat, presidente vitalicio de la fundación, Don Melanio Bogarín, coordinador, Don Ildefonso Horita, socio fundador y a Bjarne Fostervold, vicepresidente de la fundación y misionero, quien hace más de cuarenta años viene acompañando a los Aché de Puerto Barra.
Anegui comenta que conoció en vida al fundador Francis Perier, “realmente lo conocí, conocí el gran corazón que él tiene y fue una persona que siempre nos ha ayudado, ha dejado un legado muy importante”, puntualizó. “Agradecemos a la comisión directiva de la fundación y sabemos que vamos a seguir contando con su apoyo y ayuda constantes”, expresó por su parte Gerónimo Tatugui, líder de la comunidad y licenciado contable.
Por otro lado, el misionero Bjarne Fostervold también expresó su agradecimiento a la fundación, indicando que “el hecho de tener animales domésticos es nuevo para una comunidad de cazadores – recolectores, pero la experiencia con vacas lecheras ya empezó en el 87 y fue paulatinamente aumentando, con el apoyo de diferentes personas y organizaciones nacionales e internacionales. Cuando Don Perier visitaba en vida esta comunidad, siempre decía que quería mejorar la calidad de vida de los habitantes locales, que tengan alimentación y puedan ir creciendo. Dentro del marco sustentable, incluye lo económico, pero también los desafíos de una comunidad que tiene que encontrar nuevos modos de subsistencia, con un nivel de vida básico, con un manejo comunitario, generando bienestar.
La leche que se está ordeñando hoy y procesando, toda la comunidad Aché se está beneficiando con eso. Así la comunidad mantiene vivo el sueño de contar con un tambo viable, para consumo interno principalmente, así pueden capitalizar en su propia tierra. Es un apostolado de muchos años, pero que anima. Hoy ellos mismos están haciendo ensilaje, el preparo para la comida durante el invierno, una acción autóctona suya, pero algo totalmente nuevo.
Puerto Barra es un pueblo muy abierto a los cambios, a la tecnología, pero no significa que no haya altos y bajos. Es parte de un proceso de aprendizaje, entonces que la fundación haga este tipo de ayudas, es realmente gratificante, porque elevan la calidad de vida de los habitantes de Puerto Barra, encaminando acciones que levantan y fortalecen el proceso de buscar la tierra sin mal, buscar una vida digna y el bienvivir. Tenemos que ver a los pueblos indígenas como nuestros aliados, y no tenerles recelo, no verlos como oponentes. Por unos pocos que terminan en la calle, no creemos estereotipos, y los veamos como personas dignas, que luchan, que procuran, que en su mayoría están en sus comunidades, en sus tierras. Puerto Barra es una muestra palpable que, con trabajo y acompañamiento, los Aché ya están marcando una historia diferente”, puntualizó diciendo el Sr. Fostervold.