Una comerciante denunció en las redes sociales que fue víctima de supuesta extorsión por parte de policías que la abordaron en un control. La mujer mencionó que tuvo que pagar G. 700.000 a los agentes policiales para que su vehículo no quede incautado. El hecho habría ocurrido en la tarde del jueves, aunque no se menciona el lugar exacto donde fue abordada por los uniformados que le exigieron dinero para dejarla libre.
La víctima de presunta extorsión es la comerciante Cinthia Castro, que explicó que tuvo que salir de su vivienda en compañía de su madre para entregar algunos pedidos a los clientes. Al volver fue parada en un control policial. Como la terminación de la chapa de su vehículo no correspondía al que podía circular, presentó sus facturas para justificar su desplazamiento. Uno de los policías hizo caso omiso al documento y subió a la parte trasera de su rodado, indicándole que debía irse hasta la subcomisaría del barrio Santa Ana.
Según la mujer, al llegar a la unidad policial le informaron que su vehículo iba a quedar incautado si es que no tenía para abonar la multa de G. 8 millones por violar la cuarentena. Entonces mencionó al policía que G. 700.000 era todo lo que consiguió con la venta de sus productos, por lo que entregó todo su dinero para poder retirarse de nuevo con su rodado.